Fallecimiento de Antonio Bach, SJ

Nacido un 13 de noviembre de 1934 en Madrid, España, el Padre Antonio estudió primaria y secundaria en el Liceo Francés de Madrid. Entre 1954 y 1958 siguió estudios de Humanidades Clásicas en el Instituto de Humanidades Clásicas; entre 1958 y 1961 estudió Licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad de Alcalá de Henares y entre 1963 y 1967 siguió el Bachillerato en Teología, en San Cugat - Barcelona.

Español de nacimiento, peruano por adopción, el Padre Bachs ingresó a la Compañía de Jesús, en 1952. Un año después llegó al Perú, y en 1967 empezó a trabajar en Fe y Alegría, institución que iniciaba su acción educativa en el país, y de la que fue director general por casi veinte años, con esa fe de quien está convencido del poder transformador de la educación y con la alegría imprescindible para lograr que los sueños se hagan realidad.

Desde sus inicios en el séptimo piso del edificio Sud América en la Plaza San Martín, hasta hoy, en la casona de Jesús María, Antonio llegaba siempre puntual cada mañana para seguir trabajando por sus fieras. "Sus fieras", así llamaba él a los niños y niñas de los colegios, con quienes jugaba en sus frecuentes visitas de trabajo a los colegios de la red.

En Perú, además, se desempeñó como profesor en los colegios San José de Arequipa y San Ignacio de Piura. Siendo director de Fe y Alegría (entre 1968 y 1987), fue elegido Secretario Ejecutivo de la ONDEC, en la COMPER (1972 a 1988) y durante 1990 y 1995 fue Coordinador General de la Federación Internacional de Fe y Alegría. Al momento de su deceso, el Padre Bachs se desempeñaba como secretario general de Fe y Alegría del Perú, cargo que asumió con la misma ilusión con que inició su andar en la obra hace casi cincuenta años. En junio de 2005, recibió las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta por su destacado aporte a la educación del país.

Luchador por naturaleza, el Padre Bachs le enseñó a diversas generaciones de peruanos y peruanas a soñar con un trabajo arriesgado, a afrontar retos sin miedos, pensando en nuevos caminos y logros. También tuvo que luchar por su salud. Hace casi 20 años una embolia lo dejó fuera de actividad por un año. Tuvo que partir de cero y aprender a leer y a escribir con el libro "Coquito". Fue todo un desafío que vivió con total entereza, paciencia, fe y alegría. Hoy, ese eterno enamorado de su vocación religiosa y de la sonrisa de los niños, nos deja. Su fallecimiento constituye una gran pérdida no solo para Fe y Alegría sino para el país.

Carta abierta del P. Ignacio Suñol S.J. a
P, Juan Carlos Morante Buchhammer, SJ Provincial Compañía de Jesús Perú
P. Javier Quirós Piñeyro, SJ, Sra. María Leonor Romero Ochoa Director y Directora Nacionales Fe y Alegría Perú


Estimados Juan Carlos y Javier:
Estimada Lala:
Creyentes y alegres en estos momentos de Pascua de nuestro querido hermano Antonio, compañero de trabajo en Fe y Alegría, maestro en cualquier momento y en toda situación, ya sea en rifas, construcción de escuelas en pueblos jóvenes, centros técnicos en barrios o selvas, fotógrafo de la vida de las "fieras" (niños y niñas de Fe y Alegría), enfermo audaz que no mide su propio riesgo, de vida de oficina hasta el último día,... y también Director Nacional durante muchos años y mi antecesor (1990-1995) como Coordinador General de la Federación Internacional de Fe y Alegría.
La persona de Antonio, en estos momentos grano de trigo que muere y resucita, es el sacramento que nos hace ver ya no lo que uno es en la vida sino la multitud de corazones levantados y manos aunadas de decenas de miles de adultos, jóvenes y niños que trabajan o participan de la tarea educativa de Fe y Alegría en Perú, en Latinoamérica y Caribe, Europa, Africa y Madagascar. La muerte ciertamente nos enseña a ser universales, nos recoge con nuestras diferencias, nos iguala en el seno de Pachamama, y nos ilumina, justifica y acredita desde el Sol que nace de lo Alto.
Doy gracias a Dios que me permite acompañarles este lunes en la Eucaristía de Exequias de Antonio, que sea el momento de orar de un modo especial por la Compañía de Jesús de Perú y toda su misión; y de un modo especial hoy por todas nuestras queridas hermanas y estimados hermanos de Fe y Alegría Perú, junto a las muchas Congregaciones Religiosas y Movimientos Laicales que se des-viven a diario por entregar una formación digna a quienes tienen mayor peligro de carecer de ella.
Fraternalmente,

Ignacio Suñol
Coordinador General Federación Internacional de FE Y ALEGRÍA