Hasta siempre, Enrique

Verdad que Enrique nos ha dejado un vacío grande en la delegación y en nuestros corazones, pero estamos alegres y con mucha esperanza y gratitud por haber conocido a esta linda persona cuyo testimonio y legado estará con nosotros ya para siempre.

Fue una vida plena, y resulta difícil expresar todo lo que sentimos, de nuestra reflexión personal destacamos algunas pinceladas cariñosas para acercarnos a el:

  • Su entrega a los más desfavorecidos de la tierra, su época en el Pozo del Tío Raimundo, su contacto con el P. Llanos así como su estancia en Latinoamérica.
  • Su valoración y su cariño a todos los voluntarios locales y VOLPAS. 
  • Fue profundamente humano desde su ser profundamente hermano
  • Una persona sencilla, con una "grandeza de vida"
  • Siempre fue un voluntario más
  • Cercano, entrañable y cariñoso
  • Modelo de acompañamiento
  • Miraba la realidad de manera diferente, sin miedo a represalias
  • Fue cura obrero
  • Maestro en el arte de "ser, vivir y acompañar", cercano y bueno
  • Nunca dudó en tender una mano para ayudar al otro a encontrar algo de luz. Siempre disponible.
  • Divertido, con sentido del humor
  • Bautizó a nuestra hija. La elevaba en brazos y la miraba con arrobo, ofreciéndosela al Padre, una imagen inolvidable.
  • La vida le dolía a veces, pero su sonrisa no se alejaba de su rostro
  • Creía profundamente, "que un mundo mejor es posible"
  • Simplemente, ha muerto un padre, ha muerto un abuelo.
  • Su encuentro con cualquiera era "de corazón a corazón".
  • Inconformista y crítico siempre ante la injusticia
  • Un cantor de la Vida, luchador nato por la Justicia y la Paz
  • Sus mejores amigos, palabras suyas textuales," los presos, los enfermos de sida, los obreros, los inmigrantes..."
  • Sonrisa abierta, que siempre brindaba a todos, a pesar de sus momentos más oscuros y vulnerables que también supo aceptar y compartir.
  • Siempre al lado del más pobre, desprotegido y sufriente, con rostros concretos, con nombres y apellidos.

Como decía Mercedes Sosa en su canción: "Si se calla el cantor....". No, no calla la Vida, ahora Enrique, nuestro amigo seguirá cantando, gritando cada vez más fuerte, ese canto de Vida, Solidaridad y Justicia, en el interior de cada uno de nuestros corazones. Enrique, ¡te queremos! Y damos gracias por haberte conocido. ¡Que tengas un buen tránsito!

A Enrique

Y llegó, pues de todos es sabido,
La cita ineludible que no espera
Y en ella te aguardaba con anhelo
Tu Amigo, tu Señor, tu Compañero

En tus manos iba toda una vida
Que donaste incansable a los más pobres
Repartiendo tu amor y tu acogida,
Compartiendo su suelo y su indigencia

Fuiste feliz porque ese era tu sueño
Tu larga vida, plena de sentimientos
Para todos los que te conocimos
Fuiste un ejemplo, un amigo y un maestro

Quiero decirte más pero no puedo
No valgo nada
Un nudo se me hace en la garganta
Pero el grupo de amigos hoy presente

Esperan por mi boca despedirse
Del compañero, amigo fiel del voluntario activo,
Pionero de Volpa

Y aplaudirte gritando con cariño:

¡Adiós Enrique!