Fuego y agua han desbordado Guatemala, dejando más de un centenar de personas muertas y 135.766 afectados por las evacuaciones y los desplazamientos. Asimismo, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) ha reportado pérdidas de cultivos en 200 municipios del país, principalmente en la producción de maíz, frijol, tomate, papa, cebolla y otras hortalizas, a causa de los desbordamientos. La tormenta afectó especialmente a los departamentos como Chiquimula, Izabal, Sacatepéquez, Quetzaltenango, El Progreso, Quiché, Sololá, San Marcos, Totonican y Huehuetenango.

Fe y Alegría también ha sufrido las consecuencias de esta situación: algunas de las escuelas han sido dañadas, mientras que otras han servido de improvisados albergues y centros de acopio para la población de esas zonas. Las clases en todas las escuelas públicas y privadas se han suspendido y muchos de los maestros y maestras están en tareas de rescate, de solidaridad, de limpieza, etc... "El espíritu del personal de Fe y Alegría se ha manifestado en la solidaridad y en el compromiso de restablecer las condiciones de vida", escribía Miquel Cortés, sj, director de Fe y Alegría Guatemala.

Miquel Cortés sj añadía también estas palabras: "Han sido y siguen siendo días muy difíciles para miles de personas humildes y de escasos recursos que han visto como lo poco que tenían se lo llevaba con furia el agua descontrolada. El fuego y el agua, dos elementos aparentemente antagónicos, se han unido para producir muerte y terror en miles de familias. Todavía no se tiene la cifra total de daños ocasionados y de pérdidas económicas, pero suponemos que será elevada".

Según ha informado Fe y Alegría Guatemala, que ya está trabajando en el diseño y la reparación de las infraestructuras dañadas, las escuelas más afectadas son las de Lo de Coy, Mixco; Carolingia; La Limonada; El Limón y El Mezquital, que sufrieron el colapso de algunas áreas, especialmente de techados y muros de contención.  

La FAO ha advertido además de la subida de los precios alimenticios como consecuencia de la destrucción de cultivos, la producción pecuaria y las carreteras y puentes para el transporte de alimentos.

Cuando todavía sufre las consecuencias del huracán Stan, que dejó cientos de muertos en Centroamérica, Guatemala lucha de nuevo contra las consecuencias de la fuerza de la naturaleza. Sin embargo, las organizaciones constatan que la experiencia ha servido de aprendizaje para mejorar las capacidades organizativas de las comunidades y conseguir una respuesta más rápida ante la catástrofe.

Para más información: www.feyalegria.org.gt
Facebook: Fundación educativa Fe y Alegría Guatemala